El DT de Colo-Colo confesó que tras el duelo con O’Higgins en 2020 por el Campeonato Nacional, la reacción de Gabriel Suazo por la situación que vivía el equipo lo dejó muy triste.
La temporada 2020 fue la más dura a todas luces de Colo-Colo. El equipo estuvo sumergido en problemas y todo derivó en que llegase a jugar el partido de la Promoción contra la Universidad de Concepción en Talca, que afortunadamente ganó por 1-0 con anotación de Pablo Solari y mantuvo la categoría.
En la segunda rueda vino el cambio. Gustavo Quinteros llegó como nuevo entrenador en octubre y se mentalizó en poder salvar a Colo-Colo de bajar de división por primera vez en su historia. A más de dos años de este hecho, el técnico recordó cómo se gestó la decisión de tomar el desafío de llegar al Estadio Monumental.
“Era un riesgo inmenso, muy grande para el prestigio mío. Había sido campeón en muchos lados, entonces nunca había tomado un equipo en esa situación, pero fueron más grandes las ganas que tuve que dije voy y me arriesgué. Salió bien“, manifestó en conversación con el programa Media Punta, que integran Daniel Arrieta y Verónica Bianchi.
Además, el DT reveló el duro momento que vivió en el camarín tras el empate con O’Higgins de Rancagua en la fecha final, instancia en la que en los descuentos el “Capo de Provincia” empató el partido y condenó a Colo-Colo a disputar el encuentro por la salvación con el “Campanil”.
El llanto de Gabriel Suazo que presenció Gustavo Quinteros
“Después del partido con O’Higgins vi una situación horrible en el vestuario con Gabriel Suazo y otros jugadores. Con llanto, angustia y dolor. Volvimos en el bus al estadio y allí dije que tenía que hacer algo. Por eso subí a la parte de arriba del bus y conversé con el plantel. Fue una charla muy importante porque salió muy bien. Vi que los jugadores se recuperaron, estaban bien e iban a jugar con todo lo que tenían”, afirmó.
“Entramos a jugar una final y creo que la actitud de los futbolistas fue superior a la del rival. En la previa le dije un montón de cosas que no las tenía preparadas y sólo me salieron del corazón”, complementó el estratega de 58 años.
Finalmente, Gustavo Quinteros confirmó que no se arrepiente de arribar a los Albos, porque todo el trabajo que realizó rindió sus frutos. “Todavía hay gente que me para en la calle y me agradece que haya venido en ese momento tan complejo, con el club en problemas y en medio de la pandemia. En ese entonces había un montón de inconvenientes, con los jugadores en paro y mala relación entre ellos y los dirigentes, entonces empecé a intentar solucionar las cosas para empezar a ganar y tener un vestuario positivo. Realizamos asados, reuniones y todos empezaron a poner de su parte para llegar al objetivo que era la salvación”, cerró.
Gustavo Quinteros cumple su tercer año al mando de Colo-Colo y una vez culminada la campaña, deberá resolver su futuro. Termina contrato en diciembre del 2023 y deberá sentarse a conversar con la directiva de Blanco y Negro.
